CONSTRUIR UN FUTURO SOSTENIBLE

CONSTRUIR UN FUTURO SOSTENIBLE 19 Fachada de un edificio residencial. Fachada de un edificio residencial. La escasez de vivienda acentúa las desigualdades n la mayoría de los países occidentales, la vivienda es escasa y cara, normalmente entre dos y cuatro veces más que el coste original de construcción. En el artículo The Housing Theory of Everything, publicado en Works in Progress de Sam Bowman, John Myers y Ben Southwood se explica: «En los años 60, era habitual que una familia estadounidense o británica de clase media con un solo sueldo pudiera permitirse una vivienda confortable». Esto ya no es así, y no solo en Estados Unidos o Gran Bretaña. En los últimos cuarenta años, el precio medio de la vivienda en el área metropolitana de Nueva York ha aumentado un 706 %. Los precios de la vivienda en San Francisco han subido un 932 %, un 326 % más que los salarios estadounidenses. En el mismo período, los precios de la vivienda han aumentado un 800 % en Dublín (Irlanda); un 1450 % en Sídney (Australia) (en comparación con un aumento del 480 % en el salario por hora); y un 2100 % en Londres (1500 % más que los salarios locales). En Francia, la presión económica es tal que es casi obligatorio combinar dos sueldos para poder comprar una vivienda. En la actualidad, el 62 % de los compradores son parejas en las que ambos trabajan. En 1990, esto solo ocurría con el 35 % de los compradores. En palabras de Christophe Lalande, Jefe de la Unidad de Vivienda de ONU-Hábitat: «La vivienda es un reto importante porque es el punto de entrada para la inclusión económica, social y cultural. Debe ser intrínsecamente sostenible, lo que significa que debe construirse de manera que proporcione estabilidad y condiciones de vida fiables a largo plazo». E ©iStock/Nongnuch Pitakkorn

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