CONSTRUIR UN FUTURO SOSTENIBLE

CONSTRUIR UN FUTURO SOSTENIBLE 41 Como recuerda Amélie Pinel en la revista Urban Environment, «al principio del desarrollo sostenible, los países en desarrollo no eran considerados actores clave en la lucha contra los grandes peligros que amenazan a todo el planeta» Sin embargo, los expertos de ONU-Hábitat afirman hoy que las medidas políticas concertadas, así como las intervenciones multilaterales en colaboración, permitirán mirar al futuro de forma más optimista y abordar los retos de la urbanización en los países del Sur Global. Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que se prevé que la población africana alcance los 2400 millones de habitantes en 2050, y que el 80 % de este crecimiento demográfico se producirá en las ciudades. Por eso la construcción sostenible suscita un interés creciente. En algunos países del Sur Global también se tiende a construir espacios que ahorren energía, recursos y agua, además de ser más saludables y confortables. Materiales locales y métodos de construcción ancestrales En el Sur Global, al igual que en el Norte, la construcción sostenible exige un uso económico del agua y los recursos naturales, así como optar por materiales de construcción que procedan o se fabriquen lo más cerca posible del lugar de construcción. El objetivo es reducir los costes de transporte al tiempo que se confía en la experiencia local. Darío Ibargüengoitia, presidente fundador de Sustentabilidad para México, pone el ejemplo de América Latina, donde los materiales locales y tradicionales están volviendo poco a poco, en combinación con métodos de diseño ancestrales. En lugar de utilizar bloques de hormigón, cuya fabricación consume mucha agua y requiere cemento con una elevada huella de carbono (aunque ahora se están desarrollando cada vez más cementos y hormigones bajos en carbono), se están utilizando ladrillos de adobe, que son esencialmente tierra cruda comprimida y secada al sol. Este material es barato e ideal para la regulación higrométrica y el aislamiento térmico. Para evitar la pérdida de calor en invierno, en el hemisferio sur se aíslan las paredes orientadas al sur y, a veces, también al este y al oeste. La cara norte, expuesta al sol, actúa como un muro de masa, almacenando el calor de la radiación solar durante el día y difundiéndolo hacia el interior por la noche. En verano, la inercia del muro retrasa la subida de la temperatura durante el día y un sistema de ventilación expulsa el calor almacenado al exterior durante la noche. En Tailandia, Bundit Pradabsook, comisario de la Asociación de Arquitectos Siameses bajo Patrocinio Real, demuestra la misma lógica de optimización térmica y financiera, esta vez con el uso de paneles de yeso en edificios de gran altura. Este material es duradero porque es ligero, eficiente energéticamente, producido localmente y reciclable. > La Alianza Mundial para los Edificios y la Construcción y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente recomiendan que las autoridades públicas adopten códigos energéticos que recurran a las prácticas vernáculas de construcción al tiempo que incorporan las normas internacionales

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