SAINT-GOBAIN 54 2024. El objetivo es reducir el consumo de energía in situ en un 30 % y eliminar 40 000 toneladas métricas de emisiones de CO2 al año. El Grupo ya ha aplicado medidas similares en su planta de Fredrikstad (Noruega). Tiene previsto ampliar esta transformación en todo el mundo, basándose en un conjunto de fuentes de energía variado que dependerá de la disponibilidad local. Esto incluirá electricidad renovable procedente de fuentes como el hidrógeno verde, la biomasa y el biogás. La mayor digitalización y el análisis de datos están ayudando a calcular y reducir las pérdidas de energía, las temperaturas en determinados procesos y el uso de recursos naturales. Logística optimizada El transporte de mercancías por carretera es responsable del 16 % de las emisiones mundiales de CO2. Para reducir estas «millas de carbono», muchos fabricantes están invirtiendo en combustibles alternativos, utilizan el transporte fluvial de mercancías o el «co-trucking», un uso compartido de camiones en rutas específicas. Los materiales más ligeros y cortados a la medida adecuada también contribuyen al ahorro de recursos y energía. Los paneles de yeso, los acristalamientos y los aislamientos son cada vez más ligeros sin comprometer su rendimiento. La ventaja de esta búsqueda de la ligereza es doble: se utilizan menos recursos y menos energía durante la fabricación, y es mayor la facilidad y la comodidad de manipulación e instalación. Envasados al vacío, enrollados o comprimidos: los envases son cada vez más ingeniosos, lo que se traduce en un ahorro máximo de espacio y, por tanto, en una logística más eficaz. Un ejemplo de ello son los tubos de fundición dúctil de Saint-Gobain PAM, que encajan todos desde el más pequeño hasta el más grande. Al igual que los rollos de lana de vidrio Isover altamente comprimidos, que reducen las emisiones de carbono del transporte al disminuir el tamaño de cada paquete, lo que permite colocar más rollos en una sola carga de vehículo. La descarbonización de los materiales de construcción exige una coherencia real entre todas las partes interesadas de la cadena de valor, desde los fabricantes y los expedidores hasta los camioneros y los recogedores de residuos. No cabe duda de que hay múltiples retos variables que afrontar en términos de procesos industriales, formulaciones y reciclado, pero el sector se está movilizando para hacer realidad esta nueva economía de la descarbonización.
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