CONSTRUIR UN FUTURO SOSTENIBLE

SAINT-GOBAIN 56 BIM nos permite respaldar prácticas que han evolucionado con el tiempo y para las que no disponíamos de herramientas adecuadas. Tenemos que gestionar cada vez más expertos y normativas, especialmente las medioambientales, cada vez más complejas.» Élodie Hochscheid, arquitecta e investigadora en la École de technologie supérieure de la Universidad de Quebec (Canadá). Ante la creciente complejidad, el BIM ha demostrado ser la herramienta perfecta. BIM permite estructurar, analizar y modelar todo tipo de datos, ya sea la elección de materiales o el cálculo de la huella medioambiental, la logística o la recuperación de materiales. Al inicio del proyecto, los diseñadores pueden anticipar costes, mejorar el rendimiento energético de una estructura o recurrir a materiales más resistentes. Más allá de esta fase de diseño, BIM es esencial para contemplar todo el ciclo de vida útil del edificio. Gracias a datos detallados y diferentes simulaciones, las fases de mantenimiento y deconstrucción pueden abordarse desde el principio del proyecto. Ampliamente utilizado en Estados Unidos y Europa, los programas BIM también se están popularizando en Asia, sobre todo en China, que lo ha adoptado de forma masiva desde 2016. Entre sus proyectos emblemáticos figura la Torre de Shanghai, de 632 m y diseñada íntegramente en un entorno BIM. Debe su forma asimétrica y redondeada a las diversas simulaciones realizadas previamente para modelar la fuerza del viento. El uso de BIM también tuvo un impacto positivo en el tiempo de construcción: se tardaron 73 meses en construir 128 plantas y 576 000 m2, una reducción media del 30 % en comparación con una estructura similar construida sin BIM. En África en general, y en Marruecos en particular, el uso de BIM está experimentando un notable avance. En Rabat, la Torre Mohammed VI alcanza los 250 metros de altura, la más alta de Marruecos, y cumple las certificaciones internacionales LEED Gold y HQE. BIM permitió que las normas de calidad medioambiental estuvieran en el centro del proceso de construcción desde el principio del proyecto. El otro punto fuerte del BIM es el intercambio de información. Cada parte interesada puede consultar el modelo digital en tiempo real y contribuir a dar forma al proyecto añadiendo sus propios datos. Esta colaboración simultánea mejora la gestión de las obras, facilita la planificación y optimiza la coordinación entre los distintos equipos. El BIM favorece la cooperación y la gestión de proyectos, ya que cada parte interesada conoce en tiempo real el avance del proyecto gracias a un mejor intercambio de información y una mayor centralización de los datos. Gemelos digitales para la construcción sostenible Similar al BIM, la tecnología de gemelos digitales crea una réplica virtual perfecta de un producto, edificio, infraestructura o proceso. Para que nazca este clon digital, primero hay que recopilar datos en el mundo real, a través de la Internet de las Cosas (IoT) y sensores inteligentes. Gracias a la inteligencia artificial, se crea una representación virtual del objeto físico. El valor de este planteamiento en la fase de diseño, funcionamiento o final de la vida útil de un edificio se hace evidente de inmediato. Al inicio del proyecto, el gemelo digital analizará todo el ciclo de vida útil de los materiales seleccionados, modelando su impacto ambiental. «

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