CONSTRUIR UN FUTURO SOSTENIBLE

SAINT-GOBAIN 66 Por ejemplo, la incubadora de proyectos Weber (un servicio del Grupo Saint-Gobain que ayuda a hacer realidad los proyectos) desarrolló un carrito para cubos de cemento gracias a las recomendaciones del gerente de una empresa de azulejos. El carrito se basó en la observación del gerente de que manipular 15 cubos de adhesivo para azulejos sobre una rodilla todos los días provoca dolor en las articulaciones. De ahí la creación de un carrito ergonómico que permite mover los cubos sin esfuerzo. Los cobots (robots colaborativos) anuncian un importante cambio tecnológico que podría ayudar a minimizar las lesiones musculoesqueléticas. Según la Federación Internacional de Robótica, en 2021 había la cifra récord de tres millones de robots industriales funcionando en fábricas de todo el mundo. En algunas de esas instalaciones, los cobots se encargan de los almacenes. Estos «operarios 3.0» interactúan con su entorno de trabajo para liberar a los operarios humanos de las tareas más difíciles. Esto es especialmente cierto en la preparación de pedidos, que requiere mucha manipulación, pero también en las operaciones de envasado y paletizado. Presentado en 2020, el proyecto Slimwool de Saint-Gobain ilustra esta colaboración humano-robot con un cobot que echa una mano a los empleados de la planta de la empresa en Lucens (Suiza). Su misión: tomar muestras de lana de vidrio a intervalos regulares para medir su rendimiento. Esto aporta un gran impulso a la productividad, especialmente por la noche, ya que el cobot sigue realizando sus tareas sin interrupción. Alojamientos más sanos y confortables Calidad del aire, pero también confort térmico, acústico y visual: los agentes y observadores de la construcción conocen desde hace tiempo el impacto de estos factores en la salud mental y la productividad de los residentes. A menudo clasificados como «bienestar», los beneficios de aspectos como la luz natural y un buen aislamiento térmico y acústico van mucho más allá de lo subjetivo. Por ejemplo, según la Organización Mundial de la Salud, el ruido es la segunda causa ambiental de mala salud en Europa Occidental y un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Un estudio del Consejo Mundial de Construcción Ecológica también ha demostrado un descenso del 66 % en la productividad de los empleados expuestos a la contaminación acústica1. Esta concienciación sobre la salud se ha acelerado desde la pandemia de Covid-19. Ha aumentado la necesidad de que los edificios ofrezcan el máximo confort visual, térmico y acústico y de que garanticen una buena calidad del aire, incluida la 1. Consejo Mundial de Construcción Ecológica, Construcción del caso de negocio: Salud, bienestar y productividad en oficinas ecológicas, 2016. 66 % Es la disminución de la productividad de los trabajadores expuestos a contaminación acústica. Fuente: Consejo Mundial de Construcción Ecológica

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