Aunque las partes interesadas afirman estar familiarizadas con la construcción sostenible, solo el 28% cree comprender plenamente lo que implica, y solo el 35% de los profesionales ha recibido formación especializada. Estos conocimientos aún limitados sobre el tema pueden ayudar a explicar los escasos compromisos concretos alcanzados en este ámbito. Asimismo, el 78% de los estudiantes considera que la formación en construcción sostenible constituye un factor diferenciador en el mercado laboral, pero solo el 40% rechazaría una oferta de una empresa no comprometida (el 5% de forma categórica). El 67% de los profesionales afirma que evalúa la huella de carbono de sus proyectos de construcción sostenible, pero solo el 30% lo hace de forma sistemática: este resultado, aunque mejor que el del año pasado, sigue siendo bajo. El 51% de los funcionarios electos afirman que quieren excluir de los contratos públicos de construcción los proyectos que no tengan en cuenta métodos de construcción sostenibles, pero solo el 37% han tomado medidas en la práctica, lo que no deja de ser un dato esperanzador. Por último, las asociaciones no se quedan atrás: el 51% consideraría la posibilidad de boicotear a las empresas con un compromiso insuficiente con la construcción sostenible, aunque solo el 24% lo ha hecho realmente: estos resultados se mantienen estables respecto al año pasado. Esta brecha entre intención y acción pone de manifiesto la dificultad de transformar la concienciación en acciones concretas. 37% Base: profesionales de la construcción sostenible (1.030 encuestados) solo una respuesta posible 30% 33% Sí, de forma sistemática Sí, pero solo de vez en cuando No, nunca ¿Evalúa la huella de carbono de sus proyectos de construcción sostenible? 30% +10* * Variación con los resultados de 2024 16
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