de vectores. No hemos inventado la pintura ultrablanca, el cribado, ni el yeso. Se trata de materiales básicos, pero su uso a gran escala reviste una importancia crucial para subsanar el déficit cualitativo de la vivienda. Habrá quien sostenga que esto no es innovación realmente, y me parece bien. Lo que ha hecho mi equipo es recurrir al ingenio para averiguar cómo combinar estos materiales ya existentes de la manera más eficaz. Hemos reunido las tecnologías, los materiales y los diseños adecuados para crear soluciones asequibles, accesibles y sostenibles para los pequeños contratistas y las comunidades de las que nos preocupamos. No creamos cosas nuevas, sino que conseguimos que funcionen en conjunto de una forma nueva. Y para mí, ese es el verdadero potencial para conseguir un mayor impacto. En su opinión, ¿qué enfoques innovadores de la construcción sostenible han tenido mayor repercusión y mayor efecto transformador? C. M.O.: En los últimos años han tenido lugar importantes innovaciones en el diseño de edificios. Empezando por los materiales, un ámbito en el que se ha avanzado de forma considerable en la creación de opciones más sostenibles. La investigación y el desarrollo también han permitido optimizar los recursos utilizados tanto en los propios productos como en sus procesos de fabricación, en particular la energía y el agua. Asimismo, existe una creciente demanda de declaraciones ambientales de producto (DAP) para garantizar que los materiales son seguros durante todo su ciclo de vida, desde la instalación hasta el funcionamiento e incluso la demolición. En cuanto a los procesos de construcción, se han introducido importantes mejoras para reducir los residuos y mejorar las actividades de reciclado. Por ejemplo, el seguimiento del consumo de agua durante la construcción, una práctica poco habitual hasta ahora, se está generalizando a medida que las empresas se van dando cuenta de su importancia. En lo que respecta al diseño de edificios, las evaluaciones modernas del ciclo de vida son cada vez más frecuentes. Conceptos como la construcción modular facilitan la reutilización de partes del edificio, lo que garantiza su valor continuo. Cada vez son más comunes los edificios diseñados pensando en la resiliencia, es decir, aquellos que pueden reconstruirse o adaptarse fácilmente tras una catástrofe. Esto permite responder con mayor rapidez y flexibilidad a los retos. Todas estas innovaciones nos ayudan a transformar nuestro planteamiento de la construcción para que sea más sostenible y adaptable. R. P.: Un factor crucial, aunque a menudo pasado por alto, para transformar el mercado de la construcción sostenible es crear vías para que los hogares con bajos ingresos puedan acceder a soluciones de construcción innovadoras y de alta calidad. Los cambios en la política de financiación de la vivienda y la inclusión explícita de la vivienda en las taxonomías verdes son dos planteamientos posibles en esta dirección. También es crucial el apoyo a las instituciones financieras para que accedan a capital a largo plazo y desarrollen productos de préstamo centrados en la vivienda. Uno de los mayores éxitos de Hábitat en este sentido ha sido el Fondo MicroBuild, una iniciativa de 100 millones de dólares dedicada a los servicios financieros para viviendas asequibles. Ha conseguido movilizar más de 1.200 09
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